Perro





















Francisco de Goya
óleo sobre lienzo (transposición desde mural), 1819-23
click en la imagen para agrandar








Por lo que se conoce a través de las fotografías de Laurent, en origen Perro debió ser una escena costumbrista, en que el animal acechaba a dos pájaros. Sin embargo, cuando Martinez Cubells trasladó los murales a lienzo, las dos aves se perdieron. Al desaparecer los pájaros, el lienzo adquiere una nueva dimensión. Simbólicamente, la historia del arte ha tomado al perro como representante del hombre, que expía sus pecados, como el perro lame sus heridas, pero que vuelve a caer en ellos, degradándose, como el perro vuelve a tragar sus vómitos. En un extremo de una composición desolada, sin fondo ni ninguna referencia espacial, el perro, el hombre, va poco a poco abandonando ese indefinido vacío ocre que habita para hundirse en una masa más oscura, para desaparecer sin dejar rastro. El verdadero protagonista no es el perro, mero secundario relegado a un lugar marginal, esbozado en rápidos trazos, sino el vacío, minucioso, detallista, de textura densa, turbio e insondable, inexpugnable.

Mother with children




Egon Schiele
óleo sobre lienzo, 1915
click en la imagen para agrandar

"Todo está muerto en vida". Esta cita del propio Schiele condensa el ideario que rige su obra: el patetismo existencial que Albert Camus representa en la literatura. Las maternidades son un tema recurrente que utiliza para plasmar esta visión de la existencia. Vincula el nacimiento con la vejez, la decrepitud, la enfermedad, la muerte. Reduce la vida al mero tránsito entre nacimiento y muerte, le arrebata cualquier significado, la ridiculiza. Presenta a personajes sin entidad psicológica, impersonales porque no actúan como individuos, sino como símbolos alegóricos. Sus fisionomías se recrean en rasgos enfermizos, funestos, de escualidez morbosa, y renuncian a la alegría habitual en las maternidades, reflejan angustia. Los contornos, afilados, agresivos, y los colores sombríos acentúan esta sensación mórbida. La composición, estrictamente frontal, no muestra una interacción fluida entre los personajes, sino falsa, teatral, ridícula, que cuestiona los fundamentos sobre los que se construyen las relaciones personales y la familia. Prescinde de fondo, que diluye entre tonos irreales de un vacío angustioso.

Schiele no cuestiona la destrucción del ser, sino la propia vida ante la perspectiva inevitable de la muerte




Otras maternidades de Schiele
Madre muerta (1910)
Madre con dos niños (1917)

Egon Schiele Museum (Tulln, Austria)

por Fiasco. readvolution '07