Cloaca

Wim Delvoye
instalación. diversas ubicaciones, 2002 en adelante
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En 2002, asesorado por un equipo de científicos e ingenieros, Win Delvoye construyó Cloaca, una compleja máquina que procesa dos comidas diarias y las transforma en heces, químicamente idénticas a las humanas. Desde 2002 hasta hoy, Delvoye ha estado produciendo nuevas Cloaca en diversos tamaños y viajando por todo el mundo para mostrarlas. Además, con varios logotipos que imitan los de Mr Clean, Ford y Coca-Cola, la instalacíon se ha convertido en una multinacional que vende genuinas heces Cloaca envasadas al vacío tanto en las galerías que exponen a Delvoye como a través de su web.

Cloaca es una emulación de la vida a través de su proceso más representativo, la alimentación, la digestión,
pero que pierde su única función, la producción de energía. Cloaca no produce, no consigue nada, no ofrece más que desperdicios, y, en su paralelismo vital, reduce la existencia a la producción constante de basura sin ningún sentido, la deshumaniza al mostrarla como un simple proceso artificial, frío, preciso, en el que la consciencia es innecesaria; un constante desperdicio de recursos y esfuerzos que no reporta nada, que no persigue ninguna finalidad trascendente más que el simple devenir de la materia que se consume.

Y, a la vez que arrebata el valor a la existencia en un plano humano, lo hace en un plano mercantil. Asocia su perfecto engranaje de fabricación de mierda al trabajo de las multinacionales a las que copia el logo. No escoge compañías al azar, sino ejemplos muy representativos del uso de la publicidad en la producción multinacional. Se trata de tres empresas responsables de la creación de la sociedad de consumo, pioneras en el sistema multinacional de nuestro tiempo, que basa su producción no en ofrecer mejor calidad, sino en crearse una imagen de marca que les garantice un lugar en el imaginario colectivo. Delvoye se apropia de la iconografía de estas empresas para crear su propia compañía de venta de heces. De forma similar a la instalación del grupo Democracia, Delvoye logra vender un producto que nadie querría comprar al darle la imagen de marca del elitista mercado del arte. Exactamente igual que Ford, Coca-Cola y MrClean, Delvoye deja a un lado el valor real de su producto, y se centra en utilizar la publicidad para crear necesiedad de consumo. Transforma una compra innecesaria en producto deseable, manipulando la voluntad del comprador con publicidad.

Delvoye cuestiona la esencia, la ridiculiza al mostrarla inútil, y se centra en trabajar la apariencia, vana, inservible, alienante, pero rentable. Con una capacidad de observación fascinante, logra condensar las contradicciones de nuestro entorno y de nuestra existencia.


por J. del Fiasco. readvolution '08
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