M (Mörder unter uns)


click aquí para ampliar el tamaño de pantalla
Cuidado con el volumen!


M (Mörder unter uns)/M El vampiro de Düsseldorf
Expresionismo Alemán, 1931
105 minutos, versión restaurada
versión original (alemán) subtitulada en español

Director: Fritz Lang
Guionistas: Thea von Harbou & Fritz Lang
Fotografía:
Fritz Arno Wagner
Actores: Peter Lorre, Otto Wernicke, Gustav Gründgens, Theo Lingen, Theodor Loos, Georg John, Ellen Widman, Inge Landgut

Un asesino en serie aterroriza a la ciudad. La policía, sin pista alguna, intenta encontrarlo a base de redadas en los bajos fondos, lo que perjudica los negocios de la mafia local. El hampa decide también buscar al criminal para acabar así con las redadas.

Esta película aborda fundamentalmente la legitimidad de establecer un marco jurídico. Está dividida en tres bloques que narran la misma historia desde tres perspectivas. El primero muestra la de la víctima, la sociedad al completo que está atemorizada ante el asesino de niñas, y que acusa sin fundamento a cualquiera en busca de una solución fácil a su problema. Para intensificar la tensión, Lang se centra en movimientos repetitivos, silencios, planos vacíos, planos estrechos...recursos que en definitiva inducen angustia espacial. Tiende además a desplazar el foco de atención hacia los extremos del encuadre, para obligar al espectador a esforzarse para contemplarlo, reforzando esa sensación de inestabilidad y agobio, en sintonía con su estilo expresionista. El asesino aparece poco a poco y de forma parcial, para que construyamos su imagen a partir de retazos de su fisionomía y reflexionemos sobre la naturaleza de quien comete crímenes tan crueles.

En la segunda parte, Lang va mostrándonos ambas investigaciones creando un paralelismo claro entre la policía y la mafia, que utilizan métodos similares y van obteniendo simultáneamente éxitos parecidos. Nos presenta la investigación mafiosa como un beneficio para la sociedad, pues pretende evitar los asesinatos, pero es a la vez inaceptable, ya que quien se autoproclama juez es también criminal, y carece de la legitimidad moral necesaria para decidir sobre el destino de nadie. La mafia en realidad no persigue al asesino para proteger sus negocios, sino para diferenciarse de él, para negar su esencia común, que inevitablemente seguirá existiendo. En paralelo muestra una investigación policial idéntica que hace uso de métodos peores que los del hampa. De esta forma, Lang cuestiona la autoridad moral que puede tener la policía, el estado, nadie, para valorar a un semejante. La M de mörder (voz alemana para asesino), la marca que sus perseguidores usan para localizarlo, es el símbolo de un estigma, el peso de su naturaleza, del que no es responsable. Los planos, anteriormente estrechos, se nos muestran ahora espacialmente limitados, pero ganan en amplitud. La escena se oscurece y se plaga de objetos desordenados que proyectan lóbregas sombras, planos que inciden en arquitecturas cerradas para que la angustia del espectador sea la del asesino observado, perseguido, acorralado, que se esconde a sabiendas de que será atrapado, y araña desesperadamente las paredes que lo retienen mientras una organizada maquinaria de búsqueda estrecha sistemáticamente su cerco.

La breve tercera parte refuerza este vínculo hacia el asesino cambiando otra vez el punto de vista. Vemos en el asesino por primera vez a un hombre, amenazado, odiado por todos. Lang nos hace comprender que no delinque por maldad, sino por carecer de control sobre sus actos. Es además ineludible destacar la vehemente interpretación de Peter Lorre. Su actuación le lleva a empatizar intensamente con un espectador que finalmente,lo compadece tras haber recorrido con él los entresijos que derivan en su situación actual. Ahora la angustia se encarna en la multitud encolerizada que acosa nuestro punto de vista. Por último, tampoco se puede obviar la visión crítica de Lang ante el ascenso del nazismo. La maquinaria policial/criminal, los planos multitudinarios y el frío fervor que nos muestra el implacable jefe del hampa, interpretado hábilmente por Gustaf Gründgens, pretenden de nuevo deslegitimar la pretensión del nazismo como voz y ley de la sociedad alemana.



por J. del Fiasco. readvolution '08
dejar comentario