Härlig är jorden

Härlig är jorden. El cine siniestro de Roy Andersson

Härlig är jorden (Textualmente Encantadora es la tierra y traducido al inglés como World of Glory) es el título de un cortometraje dirigido en 1991 por el desconocidísimo Roy Andersson y protagonizado por Klas-Gösta Olsson. Es un trabajo arriesgado y profundo que, a través de quince escenas a plano fijo, describe la vida de un hombre contemporáneo y deja traslucir la preocupación del autor por mostrar el siniestro dramatismo de la alienación, la culpa y la muerte. A continuación analizaré la forma en que ese discurso se presenta, sus connotaciones siniestras, su lenguaje técnico y sus relaciones con su contexto sociocultural y cinematográfico.




por J. del Fiasco. readvolution '09
dejar comentario

12 comentarios:

Bernie dijo...

Buen artículo!!!!

Brasas dijo...

Hola! El texto tiene muy buena pinta pero creo que intentaré ver el corto antes de leérmelo. ¿conoces algún enlace o sitio de internet donde se pueda ver en castellano (o subtitulado)?

Anónimo dijo...

Parece que por aqui está en VO y con subtítulos. Hasta hace poco era muy muy dificil de conseguir

http://avaxhome.ws/video/genre/art_house/woglory_by_andersson.html

MBI dijo...

¡DIOS....esto es nivel...!
Creo, que dejaré las empanadillas para otro día y seguiré leyendo...
Vuelvo por aquí...más tarde.
No veas lo contenta que estoy de que tú blog vuelva a estar en órbita...
Tú criterio siempre me seduce y mira que me gustan las empanadillas....

MBI dijo...

Últimamente siento que el surrealismo devora mis comentarios, espero me hayas entendido...la cocina a veces me reclama sórdidamente y mi espíritu vuela a otro lado hasta que alguien como tú lo recupera.

j. aguilera dijo...

jejeje, tu comentario me ha encantado, MBI! Como todo el mundo, con la vuelta del curso lectivo me pongo más activo, el blog vuelve

gracias!

j. aguilera dijo...

streaming, versión original (sueco). a ver si se le pueden incrustar subtítulos...

Rubén dijo...

Muy interesante el texto. Sobre lo que comentas de la influencia de la publicidad y el videoclip en el cine, creo que en el 91 todavía no había cuajado como lo describes. Tal vez me equivoque, pero pienso que todo eso se convirtió en un lugar común durante la segunda mitad de los 90, de hecho me parece que los pelotazos de Fincher y otros que mencionas aparecieron en la segunda mitad de esa década. Incluso Pulp Fiction, del 94, parece hoy, con razón, bastante clásica.

Por otra parte, el complejo de culpa de Andersson ¿no estará relacionado, además de con el colaboracionismo sueco con los nazis, con su propio colaboracionismo con el mundo de la publicidad?

Saludos.

Por cierto, sobre lo que me pediste: estoy en ello.

j. aguilera dijo...

que tal rubén

es muy probable que ese sea un factor para Andersson, que su motivación personal pase por sentirse culpable de colaborar con el mundo de la publicidad, pero personalmente al escribi ese texto me interesaba más lo que podía decir el corto a un espectador medio que conociese el contexto de la historia, y no buscaba tanto encontrar las motivaciones individuales del autor. Al principio añado unas notas biográficas pero fueron una cuestión práctica: necesitaba cubrirme las espaldas para que no se me pudiese acusar de tergiversar la película queriendo llevarla a un ámbito político que le era ageno, necesitaba justificar que era algo objetivamente presente.

Respecto al videoclip, lo menciono muy brevemente pero Panera, el del DA2, creo que lo ha trabajado en más profundidad, y a su vez ha tirado de Calabrese. Desde luego, el tranvase publicidad-cine es mucho más marcado desde la segunda mitad de los 90, pero es constante desde el mismo momento en que la publicidad se convierte en masiva, porque se convierte en el principal motior de nuestra educaciónaudiovisual, tanto la del público como la de los directores. A partir de los segundos 90, cmo tu dices, aparece no tanto como una influencia inconsciente y continuada sino como una opción estética consciente.

Me alegra que estés en ello!

MBI dijo...

Definitivamente mis empanadillas han quedado en un segundo plano.
Pocas veces he visto algo tan bueno. Aunque tengo que confesar que su crudeza araña el alma.
Su estética sin concesiones resulta a veces monótona.
Su mente obsesiva acorde con el mismo plano, refleja la tremenda inmensidad que para todos es el mundo, cuando el mundo nos es ajeno.
La vida reducida a un transcurrir infinitamente costoso.
La humana mirada del desconcierto son expresados en el puro vació...
Ciertamente es inolvidable, pero... ¿podría yo volver a enfrentarme a su obra y seguir siendo humana?...
De acuerdo, es imposible verla y devorar colesterol a la vez...
Pero aún tiemblo...esta noche cenare sopa de calabaza.

mjm dijo...

Quizá lo más interesante, para mí, no es lo que el corto sugiere o narra de una sociedad determinada en un contexto concreto, ni siquiera las impresiones del propio autor ante dichas coordenadas socio-culturales, sino la experiencia del propio espectador “vulnerado” por las imágenes; la reflexión sobre su alienación personal; el impacto en su imaginación de un mensaje que, precisamente por el formato frío, y hasta cierto punto agresivo, a duras penas puede dejarle indiferente.
Y es que es la estética, rotunda y desafiante, la que nos conduce al sustrato ético de la pieza.

Enhorabuena, celebro encontrarme un artículo sobresaliente ;-)

M. J. Martínez Ruiz

j. aguilera dijo...

jeje, gracias M.J., gracias MBI.

Desde luego, Andersson mola. Yo me lo encontré en alguna web leyendo sobre La Cuestión Humana, de Nicolas Klotz; los relacionaban por el hecho de que ambos, digamos, llevan al terreno contemporáneo una cierta reflexión sobre el nazismo y sobre en que medida es algo realmente superado.